Lanzamientos musicales #6

Este viernes nos trae estrenos de mujeres que ponen sus voces al servicio de canciones sensibles, reflexivas y que, al son de diferentes géneros, nos invitan a sentir poder y emoción.

Una de las propuestas es el lanzamiento del trío Passiflora con su “Jacarandá” cargado de valor y emotividad. Sobre una base folklórica en fusión con el rock, la voz de Paty Latorre suena etérea y sutil. Ella nos invita a conocer la historia de amor con un arbolito.

Por su parte Raven nos presenta su primer EP denominado “Reborn” (Renacida) que se compone por seis canciones en las que ella pasea su magnética voz. Tras el nombre de Raven, la rapera y cantante Ingrid Fernández persigue sus sueños al compas de ritmos como R&B, hip hop, salsa y más.

En esta nota te invitamos a conocer las historias detrás de estas creaciones, de la mano de los pensamientos de sus propias protagonistas.

Raven (Ingrid Fernández) es una cantante compositora de nacionalidad paraguaya y oriunda de Ciudad del Este / Alto Paraná.

Desde pequeña estuvo influenciada por el universo de la música ya que estudió guitarra y vocalización. Realizó covers de artistas que le gustaban en ese momento hasta que empezó a componer lo que iba sintiendo y de lo que pensaba de las situaciones que le sucedían, ya que tenía la dificultad de expresarse con los demás. Le facilitaba escribir y cantarlo.

Siempre su sueño fue tener su propio proyecto porque sentía que tenía mucho por decir y por dar, entonces se enfocó en lo que quería lograr. Por lo que además de desarrollar el dúo de rap Las Hijas de la Alquimia, ahora se lanza con su proyecto independiente con el que se nombra Raven.

El EP “Reborn” se compone por seis canciones y lanzó con él el videoclip del primer tema: “You Are My Light”, por el transfondo de la canción que va en memoria de su hermana Sandivel. “Crear la canción fue muy liberador y sentimental para mí. Me costaba enfrentar y exteriorizar eso que sentía al respecto. Me costó mucho soltar y entender que somos seres cíclicos, que trascendemos, que hay tantas cosas que no vemos y no agradecemos en nuestro día a día”, expresó Ingrid.

Observó que como humanos “enfocamos nuestra atención y energía, a veces, en cosas que no nos hacen bien, y debemos de hacer el esfuerzo de intentar soltar los que nos daña y sanar en el proceso. Nadie está preparado para perdidas así, es complicado, pero sí podemos buscar la manera en cómo sanar, perdonarnos y procesar eso que estamos sintiendo. Nuestra salud mental, emocional y fisica se complementan, son muy importantes para que podamos continuar en nuestro día a día sin dañarnos a nosotros mismos y a nuestro alrededor”.

Es por ello que ella busca generar diferentes emociones a través de cada canción, melodías y composiciones. “Que pueda llegar a cada ser ese sentimiento y emoción que le pongo al crear algo”, planteó.

La artista contó que para el desarrollo del EP se basó en diferentes situaciones de su vida “ya que la musica me sacó de un pozo muy profundo en el que estaba”, sentenció. A ella la música le ayudó “a entender muchas cosas de lo que estaba sintiendo, donde me dí cuenta que es el lugar donde me siento bien y que esto quiero para mi crecimiento individual, profesional”.

Exteriorizó que si lo llamó “Reborn” fue por esos motivos. “El arte tiene un fuerte poder de hacernos renacer, de brillar, de poder confiar en la capacidad de uno mismo para lograr las cosas, nos da esperanza, nos ayuda a ver todo desde una perspectiva distinta a los demás”, señaló.

En este viaje ella surfeó las olas de los géneros musicales que más la identifican por lo que, considera, eso hace más interesante a su trabajo. “Me encanta eso del productor Martín Mosqueira, con el que trabajamos, porque siempre te sorprende con algo distinto, nunca es predecible lo que se viene, pero diría que es una mezcla de R&B, hip hop, salsa y más”.

“Hay mucho aún que ver alrededor, hay mucho que aprender, disfrutar y abrazar los procesos”, cerró Ingrid para quien todo este camino es como un renacer.

Ficha técnica

Composición: Ingrid Fernández.

Producción y master: Martín Mosqueira.

Colaboración: Marcelo Ortigoza, Walter Rodríguez y Diego García.

Passiflora es una banda conformada actualmente por Paty Latorre (voz y guitarra), Diego Peña (batería) y Ángel Crosa (guitarra y voz) nacida en agosto de 2019 desde el concepto de “conectar un poco más con nuestra naturaleza a través del sonido”.

A partir de su formación han realizado y participado de diversos conciertos por Asunción, San Bernardino, Areguá y Formosa, también coordinado eventos con la intención de hacer crecer las redes entre artistas de la escena.

Esta vez están de estreno con “Jacarandá”, una “canción de amor para un arbolito, influenciada por el folklore local, fusionando influencias del rock”, al decir de Paty Latorre.

“Creemos que con todo lo que hacemos en parte estamos tratando de sensibilizar un poco al mundo. De alguna manera esperamos que “Jacarandá” recuerde a algún arbolito compañero que tenés o tuviste. Tal vez si sos una persona que no tiende a fijarse tanto en esas cosas, que empieces a notar tu entorno y te sientas un poco más conectado a eso”, es lo que nos expresó la artista.

“Lanzar “Jacarandá” es para nosotres como volver a presentarnos al público. Es volver a decir “hola” después de un largo rato de no vernos en conciertos y de haber pasado por todo el proceso de grabar este material de forma autogestiva, cosa que no fue tan fácil. Desde hacer maquetas en casa hasta terminar en un estudio y aprender sobre la marcha”, mencionó también la cantante y compositora sobre esta canción que quieren que el oyente descubra.

La historia de Jacarandá (Por Paty Latorre)

Una canción de amor para un arbolito que tenía que romper todo para no morir asfixiado.

Hace dos años, desarrollé un vínculo con un Jacarandá, que un poquito como nosotres, creció en un espacio donde sus raíces estaban un poquito atrofiadas.

Lo miraba todos los días y pensaba en que por mí ignorancia, al querer trasplantarlo seguramente lo iba a matar.

En un deseo de que el árbol impusiera su presencia rompiendo la pared, lo dejé crecer en ese espacio, en donde luego llegó a ser tan alto que las tormentas empezaron a tumbarlo. Y yo, rehusándome a decirle adiós tan pronto, lo ataba con soga a mi balcón para que se mantuviera erguido.

Un día planté flores donde él crecía, casi como dejándole una ofrenda o casi cual velorio, porque fue el mismo día que vi que al contrario de mis deseos, el árbol más que romper la pared y el piso, estaba enraizando horizontalmente. Con muy poca fuerza para sostenerse, pero suficiente para mantenerse con vida y seguir conmigo.

Sí, conmigo. Era mi amigo. Mi espejito.

Ya acepté que no nos quedaba mucho tiempo, porque cada vez era más alto pero sus raíces eran frágiles y las tormentas cada vez más fuertes.

Entonces, llegó el día en que el arbolito se cayó y yo ya no pude encontrar la forma de mantenerlo en el mismo lugar. Tenía que intentar trasplantarlo, con los pocos conocimientos que tenía. Para ese momento, ya era un árbol pesado, alto, frondoso. Lo llevé conmigo al fondo de mi casa de aquel entonces. El día era frío y la tierra estaba mojada.

Mis pies estaban descalzos y fingía estar tranquila mientras con la pala abría un hoyo lo suficientemente grande para su frágil raíz.

Estiré sogas que se ataran a otros árboles amigos en ese jardín, les pedí que ayudaran a su compañero.

Algo en mi soñaba de que ese Jacarandá siga con vida, pero pasaron los días, pasaron semanas y yo solo después de 3 meses de tenerlo ahí, secándose, acepté que se había ido. Lo quitamos de la tierra y lo cortamos en pedacitos con una amiga.

Dentro de él, ella encontró una oruga viviendo.

Y nos reímos porque creíamos que estaba muerto.

Solo se había convertido en hogar.

Ficha técnica

Composición, voz y segunda guitarra: Paty Latorre

Arreglos: Passiflora

Batería: Diego Peña

Primera guitarra y voces: Ángel Crosa

Producción: Andrés Ortiz y Audio Hertz

Ilustraciones: Carmela Caballero

Fotografía: Lara Loncharich

Prensa: Stefy Ramírez